En los últimos años, se han desarrollado una gran cantidad de equipos para proteger todo tipo de propiedades, con énfasis tanto en la prevención como para la alerta en el caso de que ocurra un robo.
Uno de ellos son las cámaras de seguridad, que son elementos preparados para el monitoreo. Sin embargo, no todas son reales, ya que existen cámaras falsas con el fin de disuadir y ahuyentar ladrones. No obstante, desde su creación han despertado controversias y los expertos dudan de su real efecto en el cuidado de los inmuebles.
¿Por qué no instalar cámaras de vigilancia falsas?
Las cámaras de vigilancia falsas no son la mejor herramienta para la inseguridad. Este tipo de falsa tecnología deja en claro que no se trata, ni más ni menos, que de una carcasa que no registra los eventos que supone grabar con su lente. De este modo, no se cuenta con un monitoreo real de lo que está sucediendo y, en el caso de que se produzca un robo, no se cuenta con la posibilidad de detectarlo realmente.
Como mencionamos anteriormente, los métodos de los ladrones mejoran con el paso del tiempo. Una de las desventajas con este tipo de cámaras es que existen métodos para reconocer cuándo se trata de una cámara real y cuándo no. Cuando se detecta que no es verdadera, los ladrones proceden con la certeza de que sus movimientos no están siendo monitoreados. Además de ello, la cámara falsa hace suponer que la propiedad no cuenta con grandes medios de protección, ya que la misma solo funciona como un elemento de bajo precio y con el solo fin de disuadir.
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Cómo es una cámara falsa y precios
Una cámara falsa es un elemento simple. Se trata de un equipo que imita a las cámaras de monitoreo reales. Existen, a su vez, distintos modelos que se pueden adquirir:
- Cámaras conectadas a la electricidad: tienen la posibilidad de emitir luz. Sin embargo, esto no es real, ya que no está monitoreando, solo está imitando la acción de las cámaras originales con el fin de disuadir.
- Cámaras sin conexión a una corriente: algunas cámaras falsas simplemente se instalan y no requieren electricidad, pues están fijas en un punto y no presentan luz ni movimiento.
Es una mala inversión adquirir una cámara de seguridad falsa, ya que son detectables ante los ladrones.
Las cámaras de vigilancia falsas tienen distintos precios en el mercado según el modelo que se adquiera. Las más económicas se pueden adquirir desde los 20 euros, y estos representan los modelos más simples. Algunos más sofisticados, construidos con materiales más robustos y resistentes al paso del tiempo, tienen un valor de 90 euros aproximadamente.
Problemas de usar cámaras falsas
Las cámaras falsas presentan una infinidad de problemas, entre ellas:
- No realizan ningún tipo de acción concreta en materia de protección más que disuadir, y esto puede ser un factor psicológico negativo. Puede que nosotros, al instalar uno de estos dispositivos, tengamos la sensación de que contamos con protección. Sin embargo, esto no es así, ya que cada vez con mayor frecuencia los ladrones las distinguen de inmediato, y más si son cámaras de seguridad exteriores a la vista de todos.
- Otro problema que se presenta con este tipo de cámaras falsas es que, para que su aspecto sea lo suficientemente bueno, se debe optar por las más caras. Y si pagamos más dinero, la inversión que hacemos en ellas deja de ser rentable.
- Al ser la cámara objeto disuasivo, no se cuenta con centros de monitoreo especializados, que pueden actuar ante cualquier tipo de intrusión o anomalía en el entorno.
En materia de seguridad, no dude en consultar con profesionales actualizados. La tecnología debe ser considerada una aliada para combatir la inseguridad y proteger los bienes propios de robos. Los equipos profesionales que combaten el delito cuentan con las mejores herramientas para proteger los elementos de más valor, disuadir y brindar mayor confianza a los propietarios. La inversión en sistemas de alarmas originales permite contar con mayor resguardo y verdadera protección.
